LA ESCUELA
LA ESCUELA QUE ME TOCÓ VIVIR.
Ya
en clase.
Las Normas de Urbanidad.
La lectura.
El cálculo
LA ESCUELA QUE ME TOCÓ VIVIR.
ESTUDIOS Y
PROFESORES
Estudios de
Primaria
Para comprender lo que trato de
describir tenemos que situarnos en el periodo que abarcan años de dos décadas,
la del 50 y la del 60, del pasado siglo (que mal suena eso ¿verdad?), tiempo en
el que cursé mis estudios primarios en las llamadas escuelas nacionales y el
Bachillerato, como alumno libre, en Alconchel (Badajoz).
Mi clase se ubicaba en las
llamadas “escuelas viejas”, en un “grupo escolar” céntrico de la población,
las llamadas Escuelas Nacionales; un
edificio donde se ubicaban varias escuelas, todas unitarias-no mixtas. Había escuela
de niños y escuelas de niñas, y varios maestros y maestras.
Recuerdo el nombre de algunos de
los Maestros. El mío se llamaba Don Alonso Gallardo, que aparece en la foto de
mi Grupo- clase (1) el de mi hermano pequeño se llamaba Don José Mª Gallardo Bodión, y mi hermana
pequeña asistía a la clase de Doña Antonia.
En mi Cartilla de Escolaridad,
que conservo aún, el sello que certifica la escolarización dice “en La Escuela
Nacional de Niños nº 2”. Según se hace
constar en este documento la Fecha de inicio de escolarización es en 1958 y en
las observaciones dice literalmente” al ingresar en la citada Escuela poseía
algunos conocimientos”.
Estas observaciones ponían de
manifiesto que con anterioridad mi escolarización no había sido oficial, había
ido a escuela no oficiales en Oliva de la Frontera donde vivimos algunos años y
hubo otros años en los que la enseñanza recibida había sido de tipo familiar, a
través de mi padre. Lo que justificaría mis comentarios a la foto 1
La cartilla registrada como era
preceptivo en la Inspección de Enseñanza Primaria, firmada por el Inspector
Jefe Antonio Zoido, registra dos cursos de escolaridad Curso 1957-58 en la
sección de Grado Preparatorio y curso
1958-59 en la sección tercer Grado. Hay una diligencia en la que se hace
constar que con fecha 31-8-59 causé baja en la escuela por “haber cumplido la
edad escolar así como una segunda certificación fechada el 4 de diciembre de
1959 que hace constar que obtuve el Certificado de Estudios Primarios. Todas
las diligencias están firmadas por Don Alonso.
Con Don Alonso, obtuve el Certificado de Estudios Primarios. Teníamos
tal comedero de coco con la caligrafía que como anécdota os contaré que si observa en la firma del
interesado pretendía imitar el nombre de arriba escrito por el maestro
(observar la M), de lo cual se dio cuenta el maestro y me llamó la atención
explicándome que en el caso de la firma no procedía hacerlo así (la anécdota la
recuerdo perfectamente como si hubiera sido ayer).
Conservo igualmente el original del volante acreditativo de la expedición del Certificado de Estudios Primarios que se extendía al interesado en aquellos años.
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A pesar de lo dicho, cumplida la
edad de escolaridad como hace constar la cartilla, seguí algún tiempo en la
escuela. En el curso 59-60 cursos cambié de maestro, estuve con D. Alfonso, que
era de Villanueva del Fresno, estuve en las escuelas nuevas construidas junto a
la Ctra
Más tarde me cambiaron a la clase de Don
Miguel Vegas Blanco, que estaba recién llegado a Alconchel. Excelente maestro
que despertó en mi la admiración y el agradecimiento más sincero, más profundo.
Don Miguel Vegas fue, sin lugar a dudas, quién despertó en mi inquietudes por
el estudio y quién aconsejó a mis padres que estudiara. Este maestro, al igual
que otros muchos en nuestros pueblos de Extremadura, fueron sin duda los que
promovieron el estudio en estos pueblos y gracias a ellos estudiamos muchos
como alumnos libres y con recursos escasos la gran mayoría de los casos. (Véase
el capítulo referido a las Leyes en Educación que describo en este blog donde
se hace referencia al acceso a la educación en aquellos años).
Es de justicia reconocer que
estos maestros hicieron posible con su dedicación, entrega y vocación que
muchos niños extremeños tuviéramos acceso a la Enseñanza Media...Nos prepararon
como alumnos de enseñanza libre de forma ejemplar. Desde este blog mi más
sincero agradecimiento y reconocimiento público.
El proceso de enseñanza-aprendizaje:
Entrada
y salida de clase.
Ni que decir tiene que el orden y
la disciplina eran preceptivos para el buen funcionamiento. Era entones
habitual formar en el patio las filas, siempre con un orden, bien por estaturas
o por secciones de clase. También era frecuente el izado de bandera y el canto
de himnos, generalmente patriótico, y a veces religioso, que entonábamos para encaminarnos a nuestra
aula a la hora de entrada.
Por la tarde, era habitual antes
de salir recordar con cánticos una serie de nociones que día a día se repetía
para memorizarlas como la tabla, los números romanos, los límites de España y
otras serie de nociones.
Recuerdo que toda esta
parafernalia o usos habituales en determinados actos o ceremonias también los
he conocido en mi época de maestro. En muchos centros las formaciones en fila
paralelas, de una u otra forma se han seguido manteniendo independientemente de
las connotaciones que hubiera antaño.
Las Normas de Urbanidad.
Las normas y exigencias de conductas no eran iguales para los niños que para las niñas. En la imagen la portada de de un libro de urbanidad para
niñas. Editado el 25 de mayo de 1929 y supervisado por el censor Jaime Pons (NIHI OBSTAT) y el IMPRÏMASE del Obispor de Barcelona,
habla de las cualidades que deben adornar a una niña y cuál es la que le da más
realce en la sociedad. Con ejemplos y comparando a la niña bien educada de la
que no lo es, empieza así: Una niña bien educada acepta sumisa y satisfecha el
asiento que le ofrecen sus papás...
Empieza el libro. Capítulo Primero. De la uena educación diciendo "Entre las bellas cualidades que pueden adornar a una niña, ¿Cuál es la que le da mayor realce ante la sociedad?.
La buena educación.
Nota.: Véase en este blo el capítulo dedicado a los libros escolares.
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Quién no se acuerda de aquellas
normas, estrictas en su cumplimiento, de levantarse cada vez que entraba una
persona mayor a la clase. Era algo habitual.. Y cuando el maestro decía
"sentarse", todos al unínoso contestábamos " con su
permiso". Como lo era una serie de normas de urbanidad exigidas tanto
dentro como fuera de la escuela y referidas al saludo y la manera de dirigirse
al maestro, a las personas mayores, a las autoridades, verbigracias besar la
mano al sacerdote, ceder la cera a los mayores, etc, etc, etc.
La enseñanza de la lectura fue
siempre una actividad que me apasionó, como alumno y como maestro. La
metodología ya como profesional me preocupó y ocupó siempre.
Como alumno de primaria, en
aquellos años, se solía iniciar el aprendizaje con el método alfabético basado
el reconocer y memorizar las vocales y consonantes pasando después al silabeo y
por fin a la frase. Todos recordamos aquellas frases que se hicieron célebres
en las cartillas de antaño, “ mi mamá me mima”, “Timoteo te tutea”…
Llegada la hora de esta
actividad, igual que ocurría en otras, nos situábamos alrededor del maestro y
cada lector una vez que leía cedía su turno al siguiente y muy atentos a lo que
se leía para no perder la vez con lo que era habitual seguir la lectura con el
dedo. Hábito, en este caso defecto, que muchos nos costó desprendernos de él
durante algún tiempo.
Los libros de lecturas, muchos de
los cuáles os presento en el apartado correspondiente de este blog, eran
variados. En clase teníamos nuestra pequeña biblioteca para el uso de estas
lecturas. Entre estos libros los había de tipo patriótico como “Yo soy
español”, “Yo soy extremeño” en versiones adaptadas para niños; los había de
tipo religioso como “Hemos visto al Señor”, “Marcelino, pan y vino”, de
bibliografías, de urbanidad, de costumbres…todos obviamente muy seleccionados y
con su correspondiente nihil obstat, es decir, la aprobación oficial desde el
punto de vista moral y doctrinal del libro que era requisito o conditio sine
qua non para ser publicada y que estaba
realizada por un censor de la Iglesia ...
Libro "Yo soy
extremeño" de Antonio Zoido Díaz. ED. SANCHEZ RODRIGO - PLASENCIA 1961 -
CON MUCHAS ILUSTRACIONES - 124 PAG - MIDE 20 X 14 CMS. (Véase Libros de
lecturas en la entrada correspondiente en este blog)
Caligrafía
No olvidemos que “la escuela que
vivimos” los de aquella época, era la llamada “escuela de las tres erre”, que
no era otra cosa que LEER, ESCRIBIR, CONTAR. La escritura era otra actividad
fundamental en la enseñanza. Dentro de la escritura el aspecto de la caligrafía
ocupaba un lugar destacado en el horario escolar. Aquellos ejercicios de
caligrafía con la pluma y tratando por todos los medios que no goteara para
evitar las clásicas mancas en la plantilla correspondiente era un objetivo que
todos sonábamos. El tintero situado en la mesa, la pluma con el mango de madera
y el papel secante era lo clásico y habitual.
Iniciamos la práctica de la
escritura con los famosos palotes, después la rotulación de mayúsculas y
minúsculas, más tardes había que unirlas o ligarlas todo ello como preparación
para llegar a la frase.
El soporte que utilizábamos
empezaba con la pizarra y el pizarrín, pasando al cuaderno de rayas con el
lápiz y terminábamos utilizando el palillero y la pluma de mojar en el tintero.
La pluma estilográfica y el bolígrafo, en mi caso no lo conocí hasta ya entrado
en el Bachillerato.
Existían también los cuadernos
correspondientes donde el maestro nos ponía la muestra que había que copiar.
También existían libros con textos caligráficos de diferentes formatos que
había que copiar e imitar; diferentes modelos como cartas, recibos,
instancias,…eran los arquetipos a seguir en nuestra tarea.
Ortografía
“La clase comienza con un
dictado” decía una canción. Es verdad, la Ortografía era otra de las
preocupaciones de aquellos años. Quizás
haya sido una preocupación de siempre.
La penalización de nuestros
errores eran siempre copiar las faltas cometidas un número determinado de
veces. Ocurría en ocasiones que las copias con el mismo error y lógicamente
cuando las revisabas el maestro tenías el rapapolvo o reprimenda
correspondiente.
Contábamos con una serie de
manuales que el maestro nos hacía seguir. También con frases temáticas o claves
mnemónicas fáciles de aprender que se utilizan para recordar conceptos más
difíciles que quedaron siempre en nuestra memoria como aquellas de “Ahí hay un
hombre que dice ¡ay!. “ Quién escriba error y enorme con h, ha cometido un
error enorme”, “ Deja la h de ayer para hoy”,
Con esta actividad completábamos
el aprendizaje de la última R, CONTAR.
La enseñanza de las matemáticas
encerraba igualmente un objetivo que siempre nos repetían, “las cuatro reglas”.
Sumar, restar, multiplicar y dividir, Ese era el Sumun.
Aquellas cuentas enormes, primero
en la pizarra, más tarde en el cuaderno con lápiz y goma. Había cuadernos de
cálculo. Contar, reconocer los números, leerlos y escribirlos…era lo que se
buscaba.
Los problemas a resolver eran muy surrealistas. Muchos textos
redactados incluso con una clara intencionalidad de transmitir ideas o
determinados principios. Observemos algunos modelos que aparecían en la
enciclopedia.
El recreo.
Cuando llegaba la hora del
recreo, a eso de media mañana, que siempre era esperado por todos nosotros como
ese momento de la jornada escolar que suponía una liberación de la estricta
disciplina y de la atadura al pupitre en la clase, el regocijo que
experimentábamos todos era evidente.
Hubo un tiempo donde esta parada
de la jornada se utilizaba para repartir la leche y el queso americano en la
escuela. No insisto en este punto ya que en este blog hay una entrada que le
dedica un espacio a este hecho.
Era también el momento para jugar
a “los bolindres”, a “las chapas”, a “la una anda mi mula”, a “lo santos”..y a
todos aquellos juegos de la época ( os remito también a la entrada
correspondiente a este apartado).
Pero el recreo también era un
punto de encuentro para la planificación de nuestras aventuras y proyectos,
para organizarnos a la salida de la escuela. Organizábamos nuestros grupos para
jugar al fútbol, para nuestras guerrillas con los del barrio vecino, para
nuestras salidas a cazar gorriones, para…innumerable sería la relación.
En nuestra infancia,
probablemente en todas las épocas y generaciones haya pasado igual, el juego
era la actividad más importante a lo largo del día…pasábamos muchas horas en la
calle. No cabe duda que la iniciativa personal, la imaginación, las
adaptaciones que realizábamos suplían con crece la falta de medios o recursos
que la mayor parte teníamos para adquirir o comprar los juguetes de la época.
El aro metálico, la espada y escudo de madera, el arco y las flechas hecho con
palos, nuestro tirador con goma de cámara, las construcciones de cabañas…tantas
y tantas cosas.
Cuando nuestros juegos
necesitaban espacio como era el caso de fútbol, nos lo montábamos en "el
rodeo" o en "la era" que era el espacio más próximo. También
jugábamos en la plaza o en la calle. Quedábamos por la tarde, fuera de la hora
de la escuela No teníamos como ahora ni equipaciones, ni porterías, ni nada de
nada…Preparábamos nosotros mismos el campo, lo limpiábamos, cortábamos las
ramas que nos estorbaban, poníamos nuestras porterías con cuatro piedras..y el
partido nos duraba toda la tarde.
Estudios de Bachillerato
Don Miguel Vegas fue, sin lugar a dudas, quién despertó en mi
, mis inquietudes por el estudio y quién aconsejó a mis padres que estudiara.
Este maestro, al igual que otros muchos en nuestros pueblos de Extremadura,
fueron sin duda los que promovieron el estudio en estos pueblos y gracias a
ellos estudiamos muchos como alumnos libres. Con él preparé el ingreso de
Bachillerato, en la misma clase, y llegada la hora nos llevó él mismo a
examinarnos a Badajoz. Probablemente sería la primera vez que conocí a Badajoz,
que a mí me parecería, que sé yo, Nueva York como mínimo ya que nunca antes había salido de nuestro entorno salvo a las localidades vecinas. Recuerdo que nos examinamos de ingreso en
el Instituto Bárbara de Braganza. Después, en los demás curso los exámenes los hicimos en el Instituto Zurbarán..aunque hubo un año, quizás dos que nos fuimos a examinar a Olivenza a Colegio Concertado, algo de eso creo recordar.
Pág del Libro de Calificaciones del Bachillerato. Fotografia de inscripción en Ingreso y 1º curso |
Nos situamos ahora, según consta
en el libro de Calificación Escolar de los Estudios de Bachillerato, que también
conservo, en el Curso 1960-61 cuando me inscribo para hacer el ingreso y que
fui admitido tras verificar la prueba correspondiente de Ingreso en el 27 mayo
de 1961.
El examen de ingreso consistía en
un dictado, unos problemas, un análisis morfológico y sintáctico, unas
preguntas orales y una lectura a viva voz donde te valoraban la pronunciación ,
la entonación, la comprensión lectora (con una serie de preguntas orales)..Era
un examen con un nivel bastante elevado para un niño de 10 años. En mi caso, por
las razones que he descrito lo haría con 14 años.
Comenzamos a estudiar el
Bachillerato, Plan 1957, Enseñanza Libre, cursando el 1º de Bachillerato el
Curso 1960-61. Don Miguel nos daba todas las asignaturas. Iba a sus clases de
primaria donde nos preparaba. Había veces que nos daba clases hasta los
domingos, sobre todo en época próxima a los exámenes. Nos lo jugábamos todo a
una carta. El Bachillerato teníamos que venir a examinarnos a Badajoz, al
Instituto Zurbarán.
Más tarde mi maestro se asociaría
con otros y formaron una academia donde nos daban clases ya varios profesores.
Entre éstos recuerdo Don Diego Blanco, recuerdo otros de los profesores que nos
dieron clases como Doña Antonia (Foto nº..), Don Gumersindo,
El Bachillerato del Plan de
Estudio de nuestra época (Plan 1957) exigía en 4º curso un examen de Revalida.
Superada las pruebas correspondiente de 4º y revalida obtenías el curso de
Bachiller Elemental.
Con esta titulación podías
iniciar ya estudios en determinadas carreras. En Badajoz, la única opción hará
hacer Magisterio o Comercio.
En nuestra época no teníamos las
pretensiones de exigirles a nuestros padres el irnos a estudiar fuera otras
carreras así que había lo que había y ya era un milagro, dada las circunstancias
económicas llegar o tener acceso para esa posibilidad.
Asombroso, gracias por publicar estos documentos y vivencias històricas lo disfrutè mucho y me ayudò a entender muchas cosas.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo de verdad entrañable a la vez que claro, estoy tesis de educación mujer de esas épocas, se lo agradezco. Gracias
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